domingo, 12 de abril de 2009

En el mar la vida es más sabrosa



El viernes en la noche fuimos un rato a la fiesta de una amiga de Rubén. El sábado estuvimos lavando ropa todo el día y viendo tele. El carro de los papás de Rubén se malogró así que tuvimos que pedir un taxi para ir al aeropuerto, pero felizmente que salimos de ahí y no de casa porque el domingo empezaba el horario de verano, así que había que adelantar el reloj una hora (ahora estoy a la misma hora que en Lima), si no nos avisaban hubiéramos perdido el avión a Cancún. En realidad estuvimos en Puerto Morelos, que es un balneario pequeñito muy bonito y tranquilo (en la foto, desde la terraza de la habitación en Arrecifes Suites). El calor era bastante y el sol abrazador, el mar estaba precioso turquesa adelante, luego cambiaba de color a un azul más intenso porque debajo están los arrecifes y un jardín de algas. El agua no era tan caliente como en Huatulco o Zihuatanejo, estaba fresca. El hotel estuvo muy bien, lo único malo es que no tenían palapas y a la hora del sol nos teníamos que ir a otro lado, quisimos poner una sombrilla pero el viento era demasiado fuerte, todas salían volando. Llegando nos instalamos, fuimos al mar un rato y de ahí al centro del pueblo que estaba a cinco calles a comprar víveres, porque teníamos cocina, refri y todo lo necesario para preparar desayuno y cosas ligeras para comer (para ahorrar y no dejar de estar en la playa ni un minuto). Ya en ese tramo no más nos achicharramos con el sol. El lunes hicimos snorkel y estuvo muy bonito, aunque después de un rato se sentía muy fría el agua a pesar de que era medio día, también ahí apesar de la protección el sol hizo sus estragos. Los arrecifes eran diferentes a los de Huatulco, pero sobre todo me gustaron los corales, tenían unos colores maravillosos, violetas, morados, azul eléctrico. La variedad de peces me gustó más en Huatulco, pero lo más bonito era ver muchos kilómetros de plantitas, como pastito en el mar, de algas que se veían hacia al fondo verdes, supongo que porque como el mar es cristalino puede pasar el sol sin ningún problema. Otra cosa maravillosa fue que el sol salía del mar, me desperté todos los días tempranito para tomarlo apenas salía pero estuvo nublado y el último día que sí salió desde el mar mi cámara no funcionó. El martes nos fuimos a Tulum que son una ruinas mayas que no tienen nada de extraordinario, son muy pequeñas en realidad pero están frente al mar y eso las hace únicas (en la foto). Al parecer era como una suerte de puerto en la época de los mayas. Ahí también nos dimos un chapuzón en el mar que estaba delicioso, en esas mismas costas llegan las tortugas a poner sus huevos. Sólo que fue ahí que se acabaron las fotos porque a Rubén se le cayó la cámara a la arena y como es una arena finísima se metió en el lente y ya no se puede cerrar, ojalá que se pueda reparar (crucen sus deditos). De regreso fuimos a Playa del Carmen a almorzar, que es otro balneario, éste sí muy popular, tiene una 5th Avenida, como en Estados Unidos donde hay muchas tiendas y comercio. Pero la playa está llena de restaurantes, llena de gente, hay poco espacio para tirarse sobre el mar y además casi no hay hoteles frente al mar en esa zona. El miércoles la pasamos igualmente en el hotel y en la playa todo el día, el jueves nos dio tiempo para hacer una caminata muy tempranito, tomar un baño matutino en el mar, alistarnos e irnos al aeropuerto. Quedaron muchas cosas por conocer: Chichenitzá, Cancún, Mérida, así como tomar mi foto apenas sale el sol del mar, por lo que será ocasión para volver. El mar fresco, tranquilo y cristalino lo vale.

En el viaje aproveché y leí La hora sin diosas que me gustó mucho, sobre todo me impresionó la vida de Lou-Andreas Salomé, voy a leer más cosas sobre ella. Algunas citas que me gustaron mucho: “Qué agotadora es la fidelidad cuando no brota de una verdadera pasión” (esta es para Rodo); “El amor, entre más incluyente, mayores posibilidades nos otorga de encontrarnos a nosotros mismos”; ¿Entiendes que crecí tanto a tu lado que el trayecto de tus ojos a mis ojos ahora no es tan largo?”; “El amor es una pasión elemental y cualquier intento por hacerlo perdurar resultará vano”; “Todo el amor está abocado a la tragedia. Sólo que el amor feliz muere de saciedad y el desgraciado de hambre”; “Hay que hacerse duro frente a todo aquello que nos puede impedir gozar de la vida de forma productiva”; “El amor no tiene, ni tenemos por qué buscarle, mayores explicaciones”.

De regreso en el DF no se podía hacer mucho porque estaba todo cerrado y todo el mundo andaba de viaje, aunque la ciudad estaba casi vacía y era mucho más llevadera. Fuimos al cine a ver The reader (Secreto de una pasión lo han traducido aquí) y Duplicidad con Julia Roberts, me gustó más la primera, pero tampoco son grandes películas, estuvieron bien para pasar el rato. Lo mejor fue que el domingo hice algo que quería hacer hace tiempo, estaba en mi lista de las cosas que me quedaban hacer y no podía irme sin hacerlas. Fui a montar bici por Reforma y Chapultepec, los domingos cierran las calles, te prestan gratis las bicis y puedes pasear, llegamos tarde y pronto abrieron la pista, pero fue muy divertido, espero volver pronto mucho más temprano para poder pasear más rato. Además hace mil años que no montaba una bicicleta, por lo que los disfruté mucho. Empiezo la semana, además de muy guapa (porque ando muy morena), con nuevas energías para retomar el trabajo (después de tantos días de descanso), para adelantar mi investigación y para lo que venga.

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