lunes, 24 de noviembre de 2008

Taxco


El sábado nos fuimos a casa de los papás de Rubén a lavar y bañarnos porque empezaron a hacer mantenimiento a la red de agua potable de la zona y nos dejaron sin agua. En la noche vimos películas en casa. El domingo temprano salimos para irnos a Taxco, que es un pueblito cercano al DF donde venden plata y está empinado sobre y alrededor de cerros. Aunque salimos temprano, nos demoramos desayunando y ya tomamos carretera como a las 10:30 am porque además la casa de los papás de Rubén está en el extremo opuesto, entonces tuvimos que atravesar toda la ciudad para llegar a la salida hacia Taxco, que es la misma para Cuernavaca y Tepoztlán. Además ese día hace un frío insoportable pero ya en el camino empezó a hacer calorcito y en Taxco había un sol muy bonito. El lugar es muy pintoresco, Rubén decía que se parecía a Cuzco pero yo digo que no, la presencia incaica en Cuzco es inconfundible y este me pareció más español. Igual ahí va la foto para que se hagan una idea. Estuvimos ahí dando vueltas, la plata es bonita, muy estilizada pero cara y me sigue gustando mucho más la del Perú, así que casi no compré nada. Por otro lado antes tenían como un estilo más auténtico y ahora ya está todo muy moderno y hay muy poca plata al estilo de antes, porque mi mamá había traído cosas de aquí y no se parecían a las de ahora.Al regreso nos íbamos al pueblo de la mamá de Rubén que se llama Achichipico, es un pueblo donde cultivan tomates. Lo malo fue que el camino se hizo muy largo, hubo tráfico y llegamos hasta la noche casi a las 9pm. Ahí estaba el tío de Rubén y su familia y nos quedamos ahí. La casa es muy grande y tiene espacio para un gran huerto pero como no van regularmente no lo utilizan. Lo que sí al día siguiente cosechamos varias paltas porque tienen un árbol de palto, ojalá maduren bien.Al regreso pasamos por un pueblo donde había nacido Sor Juana Inés de la Cruz y quisimos entrar al museo pero como era lunes estaba cerrado, piña, me hubiera gustado mucho conocer. Llegamos a la casa de la abuela de Rubén a comer y de ahí ya nos fuimos a la casa.Toda la semana hubo problemas de agua y ya no hicimos el súper así que anduvimos comiendo lo que quedaba en la refri. El martes me encontré con Lucía que regresó de Francia. Empezó un seminario sobre derechos humanos al que asistí como parte de mi seminario de frontera y ciudadanía. Lo malo fue que se me cruzaba con el horario para recoger los certificados en SRE, así que me fui temprano y felizmente los pude recoger y ya luego ir a la embajada de Guatemala llevando los de Analú. El mío lo llevaré cuando acompañe a Rubén que va a ver su visa.También seguimos yendo a ver película de la muestra, vimos Las flores del cerezo que es una película bellísima, de ahí vi Una mujer para dos hombres de Chabrol que me enojó mucho, espero hacer un análisis de la misma, y una noruega Reprise: volver a vivir, que me encantó, es sobre un par de jóvenes que quieren ser escritores, además usa mucho el forward como parte de su lenguaje cinematográfico que es algo que pocas películas hacen y me gustó mucho, estuvo divertida pero también profunda en muchos aspectos. El viernes además Rubén y yo cumplimos dos años y cinco meses así que de ahí nos fuimos a Coyoacán a un barecito, pero hacía tanto frío que sólo estuvimos un ratito, había música andina de un grupo boliviano. Antes pasamos por Gandhi a ver agendas, discos y libros. El sábado íbamos a ir a Xochimilco pero al final Nina no iba a estar porque había fallecido la suegra de su cuñado y tuvo que ir al velorio, así que nos fuimos con los papás de Rubén a comer pero tuvimos que regresar al DF porque mi tía Martha estaba de regreso de Cancún antes de volver a Oaxaca. Así que aprovechamos de bañarnos en su casa, conversamos un buen rato y nos fuimos a una fiesta en casa de una amiga de Rosana con Gaby. Estuvimos un rato y nos salimos. El domingo teníamos misa a las 8am, del abuelo de Rubén, hacía un frío del c…. El desayuno estuvo rico, de ahí estuvimos en la Plaza las Américas comprando ropa para Mario y almorzamos con la abuela de Rubén. De regreso en casa hicimos las compras y nos pusimos a hacer las reservaciones para Cuzco, ya quedó resuelto que no iremos a la selva este año porque los papás de Rubén no pueden afrontar los dos viajes este año así que los acompañaremos para Cuzco.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Días de cine


El sábado Rubén preparó molletes de desayuno, yo armé un rompecabezas de 500 piezas que compramos sobre un cuadro de Remedios Varo (Mujer saliendo del psicoanalista) y avancé algunos pendientes de trabajo, además de hacer limpieza. En la tarde almorzamos en el restaurante sonorense que tenemos cerca y de ahí fuimos a la cineteca, vimos Cada quien su cine, que era una película de la muestra que consiste en cortos de tres minutos sobre la experiencia del cine, lo hacen varios y muchos directores famosos. Había algunos cortos muy buenos, otros no tanto y otros muy malos y era un poco agotador. El domingo nos levantamos muy temprano para hacer las compras, Rubén preparó sushi y vinieron sus papás a comer con nosotros. Estuvo todo muy rico aunque se demoró más de lo que pensaba en prepararlo. El lunes era el Congreso Anual Graciela Hierro que organiza el PUEG, empezó con una conferencia magistral sobre la transversalización del género en la Universidad de Barcelona, la doctora que expuso, María Jesús Izquierdo, era muy capa y la verdad me gustó mucho su acercamiento y la experiencia que relató. De ahí vinieron temás relativos a educación básicamente así que sólo me quedé un rato. Regresé a casa a almorzar y seguir con los pendientes. En la noche fuimos a ver la película En la orilla del cielo, una turca que me pareció buena aunque la historia es bastante triste, pero muy bien llevada. El martes esperaba empezar con los trámites del título pero me faltaban algunos documentos así que lo dejé para el día siguiente. Ese día se canceló mi clase del seminario así que me quedé en casa trabajando, en la tarde fui a la acupuntura y en la noche pasé por casa de Oli para que me prestara su máquina de escribir y llenar unos formularios. Como se nos hizo tarde para el cine vimos Kunfú Panda en la compu. El miércoles fui temprano a la SEP y a Gobernación y pude dejar los papeles. En la tarde tuve mi última clase en el ITAM, vimos La boca del lobo, la exposición y la discusión estuvo muy interesante. En la noche me vi con Gaby en el sushi y nos tomamos unas cervezas para que me cuente cómo le fue en Ciudad Juárez a donde fue a participar en un coloquio. El jueves recogí los papeles de gobernación pero ya no pude dejarlos en SRE. En la noche fuimos con Rubén a ver La familia tortuga, una película mexicana de estreno que me gustó mucho, me pareció muy buena. Y bueno, el viernes fui a dejar los documentos en SRE aunque me los entregan hasta el martes porque el lunes hay puente por el día de la Revolución Mexicana. En la noche pasamos por el FCE buscando algunos libros que necesitaba y de ahí nos fuimos a la cineteca, vimos una película que se llama La soledad, española, me gustó, plantea varias propuestas nuevas, al menos para mí, dividir la pantalla y mostrar dos cosas diferentes, hacer elipses que pretender dar una visión nueva de lo que se muestra, ahí donde otros muestran ellos no, nos pasan lo cotidiano y lo común, lo de todos los días.

viernes, 7 de noviembre de 2008

¡Ya tengo internet!


El martes tuve mi seminario de Frontera y ciudadanía con Marisa, era la última clase, como no había podido entrar a internet en la mañana hubo conexión (la pirata) y me metí un rato y resultó que habían mandado un nuevo texto que ya no alcancé a leer completo y justo pensé que seguro ese será el más importante para la clase y así fue, eso me desanimó un poco. En fin, igual estuvo interesante y me ha dado muchos ánimos para mi trabajo final, Marisa es muy entusiasta y uno sale de sus clases con mucho ánimo, también es muy exigente. En la tarde estuve trabajando en casa y en la noche fuimos al cine a ver una película de un ciclo de cine budista que estaban pasando en la cineteca, se llamaba Cup, trataba de un monsterio budista en India en la época de un campeonato mundial de fútbol y la problemática de mantener a los monjes concentrados en lo espiritual mientras ocurrían los acontecimientos deportivos, estuvo muy buena. Lo malo fue que en la nochecita empecé a sentir un dolor en el hombro izquierdo, digamos más claramente en el homóplato. Rubén se encontró antes de llegar con su hermano que le llevó el módem pero no pudimos conectarnos. El miércoles estuve en casa trabajando en la mañana y terminando de preparar mi clase sobre Perú y la violencia política para el ITAM. Seguía sin internet porque llamé y dijeron que el servicio lo colocaban en un plazo de 72 horas, así que sólo quedaba esperar, que hasta que las luces del módem no se estabilicen no tenía servicio. Pero bueno, tenía bastante material que había recopilado antes para mi clase así que me fui tranquila, creo que la clase transcurrió muy bien, fue la que más me gustó. Al regreso me fui directo a la cineteca y vimos otra película del cine budista que se llamaba Himalaya, también estuvo muy buena, sobre una población que vive ahí y la disputa por el liderazgo entre los jóvenes y los viejos. Pero para entonces mi hombro me dolía todavía más, a pesar de las compresas de agua tibia y la cremita que me habían mandado el domingo. Lo bueno fue que en la noche al llegar ya se habían estabilizado las luces y teníamos internet. El jueves empecé la traducción del boletín (odio hacer la traducción) y vino mi amiga Rubí a almorzar, preparé pimientos rellenos. Estuvimos aquí conversando muy bien y para cuando se fue ya me dolía más el hombro, al llegar Rubén pensamos ir al cine, pero antes pasamos por Plaza Universidad a ver una tienda de juguetes porque queremos poner poster de pinturas pero de esos que los hacen rompecabezas y uno debe primero armarlos. La tienda ya no existe, pero además yo me empecé a sentir peor y me dolía mucho y tuvimos que regresarnos. El dolor era demasiado fuerte, así que decidí tomar la pastilla que me habían recetado en caso me doliera, al tomarla me sentí mucho mejor, hablé con mi mamá y me dijo que era una contractura muscular y que si me seguía doliendo que me ponga una inyección porque el dolor era insoportable y sí, no podía ni respirar del dolor, casi me muero. Pero felizmente con las pastillas ya se controló, igual hice cita con el acupunturista pero no me podían recibir hasta el martes así que mientras así ando a punta de pastilla, pero ya estoy mucho mejor. Hoy viernes en la mañana fui al Colmex a una conferencia sobre el cuerpo que dictó David Le Breton, estuvo muy bien, me gustó mucho y de ahí siguieron otras presentaciones, una sobre un caso de anorexia masculina que presentó Karin Tinat, la actual directora de la maestría de género del PIEM, estuvo excelente. Regresé a casa a almorzar y de ahí salimos al cine a ver Lake Tahoe, del mismo director de Temporada de patos, la peli me gustó mucho. Y pues siguen todavía varias películas más de la muestra anual que hace la cineteca aunque esta era un estreno más bien. Va foto del día de muertos en Oaxaca.

martes, 4 de noviembre de 2008

Muertos y vivos


El jueves estuve en casa todo el día, vino mi amiga Mara a almorzar, comimos pastel de papa y berenjenas al horno. En la mañana iba a ir con Analú a hacer las legalizaciones de los títulos pero no le entregaron el suyo hasta la noche, así que no pudimos adelantar eso. Yo más bien pude armar mi altar de muerto dedicado a Simone de Beauvoir (va foto adjunta). El viernes en la mañana vino Analú a dejarme sus papeles para que yo le hiciera los trámites, tomamos desayuno y de ahí la acompañé a tomar el taxi. Me fui a la UNAM porque había reunión mensual en el PUEG, donde informan de las actividades del mes, hubo tamales por el día de muertos. En la tarde que llegó Rubén almorzamos tinga de cetas, quedó muy rico pero se hicieron poquitas las cetas. Y de ahí fuimos a CU a ver los altares, habían muchos y muy bonitos, inmensos, me gustó sobre todo uno que eran las trajineras de Xochimilco pero con calaveritas. El tema era Octavio Paz y el 68, por lo que se mezclaban las olimpiadas con la matanza de Tlatelolco. Pero sólo estuvimos como una hora y media porque nos moríamos de frío, hacía mucho pero mucho viento. De regreso el metro estaba relleno. Empezamos a ver una película mexicana que se llama Morirse está en ebreo pero Rubén se durmió, a mí me pareció que era una copia de una alemana que yo había visto. El sábado nos fuimos temprano a casa de los papás de Rubén a lavar, desayunamos huevitos a la mexicana. Estuvimos ahí todo el día y felizmente hizo buen sol. En la noche fuimos a Coyoacán, pero en la casa del “Indio” Fernández no hubo nada, así que paseamos por ahí y estuvo bonito, había muchísima gente, muchos disfrazados muy creativamente y otros de terror. Quisimos tomar un café pero estaba todo lleno, así que luego de un rato nos regresamos. El domingo Rubén iba a preparar sushi, salimos después de desayunar sopes para ir a comprar, pero ni bien salimos de casa de los papás de Rubén nos chocaron. El de adelante frenó intempestivamente, el papá de Rubén logró frenar y mantener su distancia pero el de atrás nos pegó y nos empujó hacia el de adelante. Así que con eso ya todo el domingo nos pasamos esperando a los seguros, luego en el médico porque nos hicieron una revisión de rutina, sobre todo a mí y al papá de Rubén. A mí no me duele pero dijeron que debía usar collarín y unas cremitas por el golpe, al papá de Rubén idem. Por el susto nos fuimos a almorzar al 10 y de ahí Rubén y yo pasamos por casa de Gaby porque están sus papás en el DF, hace 35 años que no venían, están cumpliendo 35 años de casados y se van a ir a Cancún. Habían preparado hotdogs (dogos) sonorences pero con la empanzada que nos dimos en el 10 no comimos nada y más bien nos fuimos rápido porque Gaby había hecho caminar a sus papás de Chapultepec hasta el Zócalo, así que los pobres estaban cansados y debían levantarse a las 5 para tomar el avión a Cancún. Así que nos fuimos a acostar temprano, dejando las compras de la semana para el día siguiente y también la instalación de internet. Y es que al final el viernes vinieron a instalarlo, dejaron una nota de que habían pasado, pero como yo no los esperaba no estuve. Finalmente el lunes dejé de ir a mi clase para poder esperar al señor del internet, después de llamadas van y llamadas vienen llegó e instaló la línea telefónica pero dijo que el módem nos lo debían haber dado en la oficina de contratación, ergo, tenemos teléfono pero no internet, bububu. Bueno, al menos ahora es sólo cuestión de pedir el módem e instalarlo nosotros mismos, espero que pueda ser esta misma semana. Así que así están las cosas, vamos avanzando, poquito a poquito.