lunes, 26 de enero de 2009

Otros encuentros


El lunes fui a ver a mi amiga Alejandra, a conocer su depa nuevo, el que está en las pimeras cuadras de Villarán en Miraflores. Está muy bonito y tuvimos una simpática conversación para ponernos al día de nuestras vidas. El martes hubo un taller de identidad en runa en la noche por lo que pude definir mejor la temática a seguir trabajando sobre género para reforzar algunos puntos. El miércoles fui al centro, aproveché de ir a la librería de July, la cual me gustó mucho, pasé por la galería Santo Domingo para comprar los encargos que me habían hecho, luego me encontré con Rodo y fuimos a comprar las pinturas para mi libro, hay una parte que tengo que pintar a mano. El jueves pude ver a Mikaela un momento y de ahí a mis amigas del colegio, Paty, Luz y Milagro. Sólo que como la reunión anterior todas llevamos cámara ahora todas la olvidamos, sólo tomamos una foto con el celu de Luz que aún no nos ha mandado. El viernes me encontré con Inés en la nochecita como ya es costumbre, fuimos a su casa, compramos algunas cositas para picar (pancito, queso, aceitunas, chifles, mote y choclo) y cervecita y estuvimos conversando un ratote. Inés está contenta porque tiene laptop nueva, es su nueva bebé. El sábado fue un día muy ajetreado, vino mi tía Carmen en la mañana para revisarme mis pies, luego llegó Conce, hasta ahora no nos habíamos logrado ver, de ahí fui a casa de mi papá a almorzar. Miguelito estaba enfermito y desanimado y Ximena durmió toda la tarde así que ni la pude saludar. De ahí iba a pasar por casa de Paty para su despedida pero no me alcanzó el tiempo y tuve que ir donde Rocío para ponernos de acuerdo sobre varias cosas, de ahí nos reunimos con Inés y Danilo, un rato en el café Arabica donde está trabajando Sol y luego tomamos unas cervezas en Coco de Mer, pero era muy caro. El domingo quisimos ir a desayunar con mi mamá a la playa pero como consecuencia de los arreglos que se están haciendo en la oficina eso ya no fue posible, desayunamos fruta, luego almorzamos en Pescados Capitales, que estuvo delicioso. Yo comí un ceviche capital con tres pescados: lenguado, salmón y atún, y tres cebollas: china, blanca y roja; en salcita de mariscos: guau!! Mi mamá comió pes espada con risotto de champignones, ahí sí el risotto estaba excelente pero al pescadito le faltó algo, de todos modos estuvo estupendo. Pasamos a ver a mi tío Óscar, mi prima Lesly me mostró el video de su carrera, es aspirante a joketa y el examen consiste en una carrera, el febrero es ya su debut en competencia. Estuvimos ahí viendo el concurso de la marinera norteña en Trujillo, espero el otro año ir hasta allá a verlo en directo, es muy bonito. Y de ahí regresamos a casa cansadita y yo seguí devorando Los recuerdos del porvenir.

lunes, 19 de enero de 2009

Reencuentros


Esta semana fue de intenso trabajo en Runa para terminar de hacer el plan de trabajo de este año y entregar informes en inglés del periodo pasado. Además de que tuve que hacer el Boletín Transformando de enero. El lunes fue la despedida de mi tía Martha en casa de Yuly, me gustó mucho ver a personas conocidas y queridas después de tiempo y darme cuenta de la suerte que tengo de ver a mi tía aquí y allá. El martes tuvimos un taller sobre derechos humanos en la oficina, nos explicaron los procedimientos de las detenciones, me pareció importante saber qué hacer en caso de retención indebida y qué derechos se pueden exigir que se cumplan. En la noche vi a Paty (Vera) que está de paso por Lima y a Luz, las dos amigas mías del colegio, luego llegó Milagro pero ya no la pude ver porque tuve que salir volando a hacer una entrevista a María Ysabel, como parte del trabajo en el que estoy apoyando a Rocío. El miércoles recogí mi visa para Guatemala en la mañana, finalmente, y en la noche me encontré con Mikaela, después de varios intentos fallidos de vernos y luego pasé por casa de Rocío para dejarle la grabadora pues ella haría una entrevista al día siguiente. Nos quedamos conversando un buen rato sobre la vida, el amor y los hombres (y dejamos la reunión de trabajo para otro día). El jueves pasé por el depa para renovar el contrato y saludar a la señora María Victoria, también vi a Ibis y a Boris peludo. Aproveché que iba por ahí para citar a Antonio que no lo había visto aún, estuvimos un buen rato conversando, me puso al día de todos los cambios que ha habido en su familia en los últimos meses. De ahí me llevó a casa de mi mamá. El viernes salí con Inés, fuimos a Metro por cosas para el lonchecito y lamentablemente se dio cuenta ahí de que se le había perdido su billetera, así que volvimos a su oficina, a Vivanda y nada. Terminamos en su casa tomando una cervecita Zenda con cancha y pancito con queso, aunque en un principio pensamos ir a San Felipe tuvimos que ir a cancelar su tarjeta de débito. El sábado fui temprano con Miguelito y Ximenita, para ayudar a Claudia cambiando a Miguelito que salió de la piscina, ella estaba con Ximenita en natación también. De ahí fuimos súper temprano a Punto Azul, el que queda en Benavides y me sorprendió que a las 11:30 que llegamos ya había gente comiendo ceviche (seguro de resaca). Luego llegó mi papá y mi abuelita y para cuando acabamos de almorzar, a la 1:00 y salimos, afuera había una cola como de seis familias esperando para entrar. Todo estuvo muy rico y ameritaba la espera, pero me sorprendió lo temprano que había gente. Pasé un rato por casa de mi papá estuvimos con Miguelito y Ximenita leyendo cuentos, hasta que se pusieron a ver una película embobados. Me fui a mi casa porque iba a salir a comprar, pero al final me quedé ahí leyendo. Acabé los cuentos completos de Elena Garro. El domingo íbamos a ver a mi tía Teresa para acompañarla a echar las cenizas de mi tía Dora en Cantolao pero al final prefirieron ir solos porque Andrés no se acordaba de nosotras y es que en realidad lo hemos visto muy poco. Así que nos quedamos leyendo y ordenando, almorzamos en el chifa de la espalda para no salir muy lejos. Sólo fuimos a ver un depa en la costanera pero no estaba frente al mar y de ahí pasamos por metro para canjear una lupa por puntos bonus que mi mamá estaba necesitando. En la noche llegó Tabata para que la ayude a hacer su lista de panes y conversamos un rato. Empecé a leer un libro sobre teoría de la lírica y una revista dedicada a Elena Garro. Me quedó claro que debo leer Los recuerdos del porvenir que es referencia obligada y me sentí un poco mejor por haber adelantado algo para mi investigación y para el artículo del congreso de la CIA (Congreso Internacional de Americanistas, no piensen mal).

lunes, 12 de enero de 2009

Nobleza del tiempo


Volver a trabajar no estuvo fácil, además de que también tenía varios trámites pendientes: dar el examen médico para renovar mi brevete, sacar el ISBN para mi libro, planear la presentación del mismo, sacar la visa para Guatemala. Pero seguramente hay algún planeta regente en contra porque no pude avanzar mucho al respecto. El martes ubiqué a Maggie y me dijo que encantada podía contar con su voz y su presencia para mi presentación, así que quedé en que la llamaba cuando tuviera más claro el panorama. Lamentablemente Rocío ha estado muy ocupada y un poco mal de salud y no había podido hacer la presentación, pero me pidió que la ayudara con su consultoría para la PUCP sobre el diploma de género, con lo cual estoy muy feliz porque es un tema que me gusta y además creo que puedo ayudar a Rocío y de paso trabajar juntas que es algo que siempre disfruto. El martes fuimos a visitar a mi tía Martha a casa de Tasha, lamentablemente estaba mal del estómago por algo que comió, pero estuvimos conversando mucho rato muy bien. Tenía que tomarme fotos para poder ir a renovar mi brevete así que eso implicó un día más de espera. Al recoger mis fotos carnet aproveché de dejar algunas fotos digitales para imprimir porque no he impreso hace bastante, así pongo al día mis álbunes. El miércoles fui al hospital pero están suspendidos momentáneamente los exámenes médicos, hasta el 15 de enero en principio, así que fui en vano. Dejé mis papeles en la Embajada de Guatemala e igual me exigieron otros requisitos más que tenía que enviar por fax o correo, son muy estrictos. En la noche vi a Cecilia, a quien estoy apoyando con materiales y bibliografía para su tesis, disfruté mucho la conversación y me di cuenta que el diálogo también me permitió aclarar lo que quiero estudiar como doctorado. El jueves fui a recoger mi visa pero resultó que debía volver la otra semana porque sólo tiene vigencia un mes y para que no se venciera mientras estaba en Guatemala debo ir otra vez esta semana (plop). Pero aproveché que iba a San Felipe y pasé por el depa para ver a Boris, Ibis y hablar con Montse por teléfono. Me dio gusto hablar con Montse, pero me dijo “Hola mi niña” y se me quebró la voz, es que la echo mucho de menos. Conversamos un rato no más porque allá ya le cerraban el locutorio pero con la promesa de volver a hablar esta semana y esperando que se pueda colocar micro y cámara para la próxima, ella espera que los reyes con retraso le traigan su cámara digital. De ahí aproveché de pasar por la manicure y la pedicure ahora que puedo, porque luego de ama de casa no me dura nada y no entra en mi presupuesto, ni modo. Me encontré con Rocío que me dio los materiales para la consultoría y me mandó a transcribir un material. Pero ya no pude encontrarme con Mikaela que está también en Lima ahorita aunque haciendo algunas entrevistas, así que se nos cruzó el tiempo. El viernes me puse al día en varias cosas de Runa y en la noche vi a Inés, salimos a Miraflores a buscar una agenda para ella, encontró una bonita, lo malo es que luego nos dimos cuenta que era chilena (recontra plop). Comimos en el Pícolo un sándwich y unas cuzqueñitas. De ahí la acompañé a su casa y ella y Danilo me acompañaron a tomar el taxi. El sábado almorcé con mi papá y en la tarde visité a Hipólito y sus bebés. El domingo estuvimos todo el día con mi tía Martha, llegó tempranito a la casa, desayunamos humitas de queso, de ahí hizo el tour por la casa, vimos fotos. Salimos casi a medio día para el centro, dejamos el auto en el Gran Parque de Lima, de ahí pasamos al Museo Italiano a ver la exposición de esculturas de Dalí y Rodin, pero también habían de Renoir varias. Lo gracioso es que era la exposición del Soumaya, aunque creo que han comprado nuevas cosas porque vi varios relojes blandos que estoy segura no están en el Soumaya. Estuvo muy interesante, vale mucho la pena, sobre todo me gustaron mucho las esculturas de Dalí, no sabía que las hacía. Al salir hasta nos regalaron agua, nos vino a pelo. De ahí fuimos a la Plaza San Martín y paramos en el bar del Hotel Bolivar y tomamos un jugo. Seguimos por Jirón de la Unión, por la Plaza de Armas, por el Paseo Chabuca Granda y llegamos al Artesanal Santo Domingo. Luego almorzamos en el Club Unión pero estaba muy caro, no servían tanto y creo que no vale la pena, sólo lo vale los días de buffette que es viernes o los días de menú que es el resto de la semana. Pasamos al Mauri por el Pisco Sour, es un local bellísimo, pero sólo vendían eso, tomamos el turístico que no recomiendo, poco pisco y mucho dulce, pero tendremos que volver por el verdadero para hacer una comparación con el del Bolívar. De ahí fuimos a Barranco por picarones y todavía las golosas de mi mamá y mi tía Martha quisieron otro postre en Las Mesitas. De ahí dejamos en casa a mi tía Martha y a dormir para empezar la nueva semana.

martes, 6 de enero de 2009

Familia Guerrero García en Perú


El miércoles me quedé en casa avanzando mi ensayo para el seminario de frontera, pero no estaba nada inspirada y no pude adelantar mucho. El jueves vi a Inés en la noche después de tener ya un borrador coherente de mi ensayo y salimos un rato a San Antonio para conversar, luego pasamos por casa de su mamá para ver a Danilo. El viernes iba a ver a Luz en la nochecita pero me canceló porque será el aniversario de sus papás, cumplen 33 años de casados y les están planeando una fiesta sorpresa, así que tenía muchas cosas que preparar. También era la celebración por el doctorado de José Ignacio, pero Rodo ya no estaba con ganas de ir, felizmente hablé con Hochi y nos pudimos encontrar ese día, después de dos años y medio de no vernos. El sábado tuve una reunión de Runa en la mañana por la llegada de Beli para ver la continuidad de los proyectos, luego almorcé con mi papá y me fue a comprar mi regalo de navidad: unas zapatillas Merrell. En la noche fuimos al lanzamiento de un disco que ha hecho Abrahamcito en homenaje a un compositor peruano, estuvo muy interesante, es música contemporánea y a veces es rara pero la disfruté mucho. El domingo armamos el arbolito y envolvimos regalos con mi mamá, además de que organicé mi ropa para mudarme a mi habitación nuevamente, hice inventario de discos y guardarropa (para saber lo que tengo aquí y allá y no hacerme bolas). Almorzamos con mi tío Pepe, fuimos al Gramadal para quitarme el antojo del tacutacu con pescado que me quedé sin comer la semana pasada. Y de ahí regresé a avanzar con mi informe del fin del proyecto y mi otro artículo, para no estar tan apurada el lunes que tenemos reunión toda la mañana en runa de planificación y en la tarde tengo que acabar mi libro con Rodo, antes de la llegada de Rubén que es el martes a primera hora.

El lunes fue un día muy largo, estuve tratando de encontrar a Maggie y no pude, así que resolví con Rodo que el libro no podría salir para la fecha en que pensamos en un inicio. Pero igual ya lo dejamos listo y pudimos salir por una cervecita en la noche. El martes llamé a Gaby para saludarla por su cumpleaños. Y no pude recoger a Rubén porque felizmente me di cuenta de que mi brevete estaba vencido, así que mi mamá tuvo que ir en el auto por él al aeropuerto, si yo hubiera ido manejando me hubieran detenido el brevete y el carro, ufff. Con Rubén desayunamos en San Antonio y de ahí nos fuimos a Minka, fue una visita turística porque pudo ver varios productos y además tomar chicha de jora (que no le gustó). De ahí pasamos también a Metro por algunas compras. Almorzamos con el pleno de Runa en una cevichería cercana a la casa. En la tarde nos fuimos al depa a ver a Ibis y a Boris y de ahí nos juntamos con Danilo e Inés en Barranco con unas cervezas. El miércoles fuimos a desayunar con Rocío, a hacer algunas compras que nos faltaban y en la tarde a cocinar para navidad. Cenamos temprano y llegamos a las 12 muy cansados, así que a la 1 todos nos fuimos a dormir. El jueves visitamos a mi papá y comimos un rico ají de gallina que preparó para Rubén. De ahí descansamos antes de ir a recoger a los papás de Rubén al aeropuerto, otra vez con mi mamá porque yo no tuve tiempo de renovar la licencia en dos días. Con los papás de Rubén desayunamos con mi mamá, de ahí fuimos a caminar por todo el malecón, desde el parque María Reiche hasta Larcomar, donde nos tomamos un juguito. De ahí estuvimos en casa de mi papá, que les preparó un lomo saltado muy rico y en la noche nos fuimos al Brisas del Titicaca con mi tía Teresa y Yolanda que también nos acompañó. El sábado fuimos al centro de Lima, subimos al cerro San Cristóbal, comimos pollo a la brasa y nos fuimos al parque del agua. Al día siguiente salimos a Cuzco donde nos esperó un buen clima, llegamos a Machu Picchu sin problemas, paseamos y conocimos hasta cansarnos, aunque no me fue posible por cuarta vez subir al Huayna Picchu, ahora dan tickets a las 7 y 10 de la mañana y si no estás a esa hora no puedes subir. También tuvimos un problema con el hospedaje pero el taxista nos consiguió otro lugar al final de la avenida El Sol. El 31 sí llovió mucho y no podíamos ni salir del hotel, así que la recibimos tranquilísimos, pero el 1 llegamos a Lima, después de un breve retraso en el vuelo, y celebramos con ceviche y cervecita, todo muy rico, rematando con un paseito por la punta y un helado en la Speciale. Al día siguiente nos fuimos al turístico distrito de La Victoria para hacer compras en Gamarra, comimos en el barrio chino, pero ni a Rubén ni a sus papás les gusta mucho la comida china, así que ya no insistiré. En la noche paseamos por Miraflores, dejamos unos encargos en casa de la mamá de la jefa de Rubén, Mónica, que resultó una persona muy simpática así como su esposo. Y terminamos tomando un pisquito en La Rosa Naútica. El sábado fuimos a Mesa de piedra en Cieneguilla donde comimos un montón y todos quedaron muertos en la noche, quisimos ir a Barranco pero nadie se despertó. Pero el domingo después de ir al museo de antropología e historia, pasear por ahí, tomar una cerveza en el Queirolo, en la nochecita fuimos a Barranco, al puente de los suspiros y al malecón. El lunes estuvimos en el centro haciendo compras, almorzamos en El Bolivariano donde también pasó Alan García a saludar a nuestros invitados mexicanos y ya en la noche nos quedamos en casa con otro pisquito. Creo que el viaje les gustó mucho a los papás de Rubén y a Rubén que esta vez sí pudo disfrutar de Machu Picchu como es debido y esperamos que pronto puedan volver porque como siempre quedó mucho por hacer, comer y conocer.