jueves, 18 de febrero de 2010

Nuevo blog


Como se han dado cuenta ya dejé esta página (porque ya no estoy en el DF ni es el 2008), así que ahora estoy en cuadernos de azufre y miel. El cuadro es de Helene de Beauvoir, hermana de Simone. Besos

viernes, 24 de julio de 2009

Memento Mori


El sábado vegetamos toda la mañana, a las 2pm salimos hacia el Café de Tacuba para reunirnos con los papás de Rubén a almorzar. Los esperamos como una hora, comemos quesadillas mientras tanto. Cuando llegan pido sopa de tortilla y chile relleno, pero el chile es muchísimo y muy picante así que no me lo puedo acabar. Cuando ya hemos acabado de comer llega Mario, así que terminamos saliendo como a las 5pm. Queremos pasar a Balderas pero empieza a llover así que nos vamos a casa, descansamos un rato y a las 9:00 vamos a la fiesta de boda de unos amigos de Rubén. El salón muy bonito, yo no tengo hambre así que sólo como la entrada que es de brócoli, luego empieza el baile, todo va bien hasta que se pegan con Timbiriche como cuarenta minuto. Después de eso que ya es media noche nos vamos que andamos muertos de sueño. El domingo en la mañana vamos a casa de los papás de Rubén para desayunar con ellos, desayunamos pambazos. Nos quedamos viendo tele, Mario nos enseña algunos cortos en los que ha participado como Nación Apache, que está bien, en cambio vemos una que no me gusta, Sombras del cielo. Pensamos que no podríamos ver a Margarita pero llegó el sábado en la noche así que pasamos por su casa para irnos a Don Toño a comer pozole. Regresamos a tomar el cafecito con alfajores Havanna que les traje de regalo. Llegan luego Cynthia, José y Eva con Pequeñín y Pepe. Estamos ahí conversando, llega Santiago, Gina, nos traen un momento al gordito. Ya empieza a anochecer y nos vamos, justo cuando la lluvia se desata. Llegamos a casa a preparar todo para el día siguiente. El lunes es mi ponencia en la 53° ICA (Congreso Internacional de Americanistas). Es un caos la organización, aunque llego a tiempo a tomar el bus en Auditorio que me llevará a Santa Fe, llegamos súper temprano y no hay cafeterías abiertas, no están las personas que dan la información, no están los gafetes, ni nos dan el programa completo. Yo como mi fruta que llevé, como hace mucho frío ubico un café y me tomo uno, encuentro el salón en que me toca y ahí me quedo. Felizmente está ahí Cathy y es moderadora de mi mesa así que me siento un poco más tranquila. Las ponencias muy interesantes, pero sobre autora que no he leído, la mayor parte: Inés Arredondo, Guadalupe Dueñas, Carmen Boullosa. La mesa en la que yo participo sale todo bien, una de las ponentes habla del libro de Verónica Murguía y como está presente la autora el diálogo gira en torno a su obra, que yo lamentablemente desconozco, pero me quedo con la curiosidad de buscarla. Desde la mañana me entra un dolor de estómago muy fuerte, creo que por los nervios porque cuando acaba la mesa de la mañana y me voy con Cathy se me va pasando. Llego a casa y me hago unas quesadillas con champiñones. Avanzo un poco los pendientes, en la noche vamos a comprar algunas cosas a Lacomer. El martes decido no ir al ICA, avanzo varias cosas y me voy cargando los libros para la presentación. Voy temprano porque debo pasar a la biblioteca del Colmex y de ahí almorzar con Lucía. Mientras la espero ojeo los libros en la librería del FCE, encuentro varias cosas que ya están agotadas en otras librerías. Con Lucía vamos a La buena tierra, un restaurante vegetariano buenísimo que yo recién vengo a descubrir, pedimos una ensalda de ceniza, con queso cabra, y un sándwich vegetariano buenísimo, además de una agua natural muy rica. Conversamos largo rato, muy a gusto, nos ponemos al día de nuestros viajes y proyectos. Salimos un poquito a las justas hacia el Colmex, instalo la mesa, ya están ahí Ana María y la familia de Rubén: Margarita, Eva, Pepe, Alex, Marthita, Hilda, más tarde luego llegará también el papá de Rubén. Llega Rosana con un amigo, Rubí, con una amiga, Oli, Elo que se vino desde Puebla (pero sin Rogelio que está resfriado), algunas chicas del PIEM, Soledad, Ishita, Fernando y hasta Gaby. Estoy muy contenta. Lucía lee un texto muy interesante, de ahí yo leo “Poema del manicomio” y “Naturaleza muerta” (en la foto con Ana María y Lucía). Rosana me hace una pregunta de la diferencia con el libro anterior. Al salir varias personas comprar el libro y me la paso haciendo autógrafos. Es temprano y hay ánimos así que nos vamos a Coyoacán a celebrar a El hijo del cuervo, con Rosana, su amigo, Fernando, Gaby, Elo, Lucía, Oli y yo, luego llega Rubén y más tarde nos juntamos con Cynthia para ir al sushi. Es un linda muy bonito y lo he disfrutado mucho, logro recuperar algo del dinero invertido en el libro pero sobre todo me gusta el interés de las personas y su afecto.El miércoles me levanto otra vez temprano para ir al ICA, estoy toda la mañana ahí, escucho a Cathy, a Ana Clavel a quien invitan para un diálogo y las ponencias del medio día que me parecen son las menos buenas, pero igual con algunos puntos interesantes. Logro que me den mi maletín y demás parafernalea, además de un regalito que son dulces típicos. Me encuentro con Rubén en el centro comercial para almorzar y de ahí me voy a casa, llego tarde y cansadísima. En la noche vamos al Office Depot por algunas cosas que nos faltan para empacar. El jueves termino de empacar y de revisar el boletín, voy al Fonart y al FCE, almuerzo con Elo, unos deliciosos tallarines con salmón, alcaparras y aceitunas, además de una ensalada de tomate con queso y una de zanahorias con naranja y pasas. Nos tomamos unas cervezas, conversamos un poco, de ahí nos vamos a Plaza Universidad para comprar unos zapatos fancys para Elo. Llegamos a casa como a las 7pm, llega Rubén, luego Alejandro y se ponen a practicar la canción que me tocarán (en honor al nuevo libro). Llega Cynthia, Gaby y Fernando. Al rato salen a tocárnoslas, Elo ya se ha ido y Oli no alcanza a llegar. Nos quedamos conversando y yo termino luego de empacar. El viernes inicia mal con la noticia de que han robado en Runa y en casa de mi mamá, así que hablo con Zoila y estoy muy intranquila. Sólo alcanzo a terminar de organizar algunas cosas para la partida y atraso mi salida de vacaciones del sábado para poder coordinar todo en casa al llegar. Oli felizmente se ofrece a llevarme al aeropuerto. Mara me llama para vernos antes de mi salida. Le tengo que decir adiós al DF. Aquí acaban estas crónicas defectuosas, con el inicio de los cuadernos de azufre y miel.

sábado, 18 de julio de 2009

¡Adiós, México lindo!


El viernes me pongo al día en algunos pendientes de trabajo, de correo y de casa. Voy a Lumen a comprar lo que necesito para la parte manual de mi libro que yo misma tengo que hacer. Acompaño a Rubén a recoger su visa en el consulado del Perú y aprovechamos de almorzar en La Condesa con Elo y Rogelio. A Elo le encanta su polo “Perú llamita”. Después de El farolito nos vamos a tomar el café al Illy y terminamos en su casa tomando cachaça. Nos vamos temprano porque Rubén quedó con sus amigos de la oficina ir al Dos naciones. Así que vamos para allá con ganas de estar un rato no más, pero nos quedamos hasta pasada la media noche. Bailamos un poco y también vamos al Salón Corona por una quesadillas, tacos al pastor y torta de pulpo. El sábado en la mañana hacemos las compras, vamos al Café Tacuba a almorzar enchiladas suizas, vemos La era del hielo 3, en tercera dimensión. El domingo dormimos, almorzamos en el Asian Bistro, vamos con Elo y Rogelio a la exposición de Cildo Meireles, interesante, la mayoría son grandes instalaciones, me gusta sobre todo Babel (una torre de equipos de sonido sintonizados en distintas emisoras, por tanto no logras oír nada en particular), Através (ostáculos de distinta naturaleza sobre un piso de cristal que suena y rompes mientras pasas, como una suerte de liberación de la frustración de las barreras que sorteas, desde las más suaves como cortinas de baño hasta rejas y cercas con púas), Desvio al rojo (un cuarto todo rojo y cuando digo todo, me refiero a TODO) y algunas piezas pequeñas como las monedas y billetes de valor cero. Regresamos a casa a seguir durmiendo. Lunes quedo almorzar con Oli, comemos en casa, conversamos un rato. En la tarde me encuentro con Mirla al skype. El martes voy temprano al consulado del Perú para legalizar mi título y certificado de estudios de maestría, almuerzo con Damián, vamos al cafecito de la espalda de casa, conversamos un buen rato sobre propuestas editoriales. En la noche voy con Gaby al Sushi. El miércoles empieza el coloquio “Creencias sexuales, prácticas religiosas: perspectivas cruzadas” en el Colmex, me parece súper interesante la lectura de Ishita sobre todo. Aprovecho de recoger el dinero del depósito para la biblioteca que dejé. Me quedo sólo en la mañana, vuelvo a casa en la tarde a comer, trabajar y en la noche vamos a ver Enemigos públicos con Jhonny Deep y la actriz que hizo de Edith Piaf, ambos excelentes. El jueves voy al coloquio en la mañana otra vez. Aprovecho de pasar a ver a Vero un rato. Lo más interesante es una ponencia sobre las estampas eróticas japonesas. Me encuentro ahí con Rubí y almorzamos, me acompaña a Copilco a hacer algunas copias, en lo que esperamos nos tomamos una cerveza. Regreso a casa. El viernes me levanto temprano y me baño para poder comprar el gas, estoy conectada trabajando en la mañana, voy al banco, voy al consulado peruano a recoger mi título y certificado. Regreso a casa, comemos ahí, descansamos un ratito y salimos para la marcha de cantinas. Llegamos a las 6pm al Río de la Plata, pero ya está lleno a reventar, ¡cómo es borracha la gente! Así que nos vamos a El otro río, ahí llega Panchito con nosotros, luego Dan y Jimmy, luego Giovanni, Gaby y Fernando (todos en la foto). Estamos ahí como dos horas y media, hay música en vivo, de todo un poco. Nos vamos a La faena, conocida por sus motivos taurinos, es un salón grande, ahí pedimos algo de comer. Llega Sayuri, se va Gio que tiene otras tres despedidas esa misma noche. Hay rocola y ponemos música para bailar, bailamos un poquito. Cuando estamos por irnos llega Cynthia, con Lucía y una amiga, también Gallo y Liz y hasta Mario. Pero nos vamos todos para el Dos naciones. Como siempre está lleno arriba así que nos quedamos abajo. Nos tomamos fotos, Gaby y Fernando ya se van. Llega Alonso. Estamos un rato y no quieren pasar al Salón Corona así que vamos directo al Tenampa, nos alcanzan Ita y Valmi. Ahí nos quedamos hasta el final, como 2:30 de la noche, previo los toques al que los chicos se someten (¿porque son muy machos?), botanas tenampa y más cerveza.

viernes, 10 de julio de 2009

Lima-México, tramo final: ¡tierra firme!


El martes en la mañana me levanto tempranito, voy a desayunar con Rocío a San Antonio (en la foto). De ahí paso por Vivanda por algunos encargos. Avanzo algunas cosas de la oficina, saludo a Beli por su cumpleaños. Almuerzo con Ricardo en Charlie, mi arroz chaufa de pescado, él come arroz con mariscos. Termino súper llena. Regreso a casa a seguir trabajando, Hipólito me cancela así que me quedo en casa para conversar con mi mamá. Hablo con Luz por teléfono. El miércoles en la mañana me levanto temprano, empiezo a empacar algunas cosas, me cancela Hipólito, otra vez, no lo veré hasta mi regreso. Ponemos al día los boletines. Hablo con Tabata que queda pasar un rato por aquí. Llega Rodo casi a las dos y nos vamos a Mi propiedad privada, comemos ceviche a los tres ajíes, yo un tacu tacu de lentejas con salmón y Rodo un arroz al olivo con mariscos, riquísimo pero too much. Pasamos un toque al artesanal, llego a casa a seguir trabajando y termino de empacar. Pasa Hochi un rato en la noche, nos quedamos conversando en casa porque yo estoy muy cansada. Me duermo temprano, antes acabo de leer mi libro de Nahui Olin, recién. Llamo a mi tía Marlene pero no la ubico, Rocío ya no puede pasar a dejarme los libros que quería que llevara. Me levanto temprano el jueves, me baño, desayuno y pasa por mí el taxi. Aunque hay paro no tenemos problemas en llegar al aeropuerto. Tomo el primer avión hacia Caracas, allá es un caos el aeropuerto, hago una fila pero estoy con el tiempo justo, viene un muchacho a preguntar por el mismo vuelo que yo y lo mandan corriendo al otro lado del aeropuerto así que yo lo sigo. Escucho que llaman a alguien parecido a mí por las bocinas, cuando me acerco sí soy yo, nos ponen chalecos fosforecentes para ir a revisar nuestro equipaje sospechoso. En mi maleta sólo llevo mis libros y un maletín negro vacío que me prestó Rubén y se lo estoy devolviendo. Todo el equipaje lo revisa el ejército. Volvemos y nos llevan en un bus al avión, el avión sale casi vacío. Es la primera vez que me pasa eso, como para no pasar por Caracas otra vez. Llego a Costa Rica, tenemos que hacer una larga parada, pero me puedo conectar a internet, sólo que empieza a llover y se retrasa un poco el vuelo. Estoy en el último tramo ya para llegar a México y no volver a subirme a ningún avión (al menos en quince días). Llego a México, se demoran un poco las maletas, me revisan otra vez el contenido sospechoso (los libros) y ya puedo salir. A pesar de que estoy muy cansada no puedo dormir bien porque me empieza un cólico mestrual horrible, pero al menos ya estoy en tierra firme.

martes, 7 de julio de 2009

Buenos Aires viceversa


El vuelo estuvo tranquilo, empiezo a leer El último encuentro de Sándor Márai. Nos dan de comer en el vuelo algo de pasta y ensalada. Voy en medio y al lado tengo un colombiano gordito así que voy un poco apretada. Al llegar está el taxi esperándome, llego al hotel como a las 6pm. El hotel es antiguo, se nota que hay partes descuidadas, es de ese tipo de hoteles que han sido recuperados por los trabajadores, como el Bolívar de Lima pero claro que no tan bonito. Lo primero que hago es ir a comprar un adaptardor de corriente, aquí tienen un enchufe en diagonal. Me dan una nota de que Alejandra estará en el lobby y bajo pero no la ubico, me encuentro con Natasha a quien sí conozco y me entero que la nota es para el día siguiente. Entonces me quedo en el cuarto en la compu porque me da flojera salir solita a comer, pienso que todo está por cerrar también. Sólo llamo a Lohana que no ubico y a Diami con quien sí logro comunicarme. El martes temprano desayuno y me voy a pasear, camino por Corrientes, parando en cada esquina porque hay edificios bellísimos por toda la ciudad. Ubico varias tiendas Havanna a las que volveré por alfajores. Llego a Plaza de Mayo y a Florida, paseo por ahí, cambio dólares y encuentro El Ateneo, no sabía que ahí también había un local, es también un edificio antiguo bonito, me entero que es la sucursal más vieja, que la del teatro no tiene más de ocho años. Compro muchas cosas interesantes, así que no me queda más que regresar al hotel con todo lo comprado. Regreso por Saenz Peña, encuentro una tienda de artesanías llamada Resistencia. Descargo en el hotel y me voy a la Librería de las Mujeres, nuevamente encuentro varias cosas interesantes, no puedo terminar de ver toda la librería y tengo que regresar porque ya es hora de la reunión de trabajo. Regreso para la reunión de trabajo, primera sesión de presentación y donde empezamos a trabajar varios temas interesantes (esperen boletín al respecto). Pensé que en la noche saldríamos a cenar en grupo pero no es así, de modo que con Claudia (que había conocido en el Encuentro Feminista Autónomo en México) y con Nathalia nos vamos a comer empanadas y cervecita. El miércoles en la mañana salimos de paseo a Caminito, yo ya conozco pero voy con todo el grupo, vamos en bus, es mi primera experiencia en bus. Me regreso antes porque he quedado almorzar con Diami. Vamos al restaurantes de las Madres de Plaza de Mayo, comemos muy rico, yo como calzone vegetariano, con un cafecito delicioso. Regreso para la sesión de la tarde, sesión larga y donde ya surgen algunas tensiones. En la noche se tenía planeado ir a la Milonga Gay pero al día siguiente tenemos sesión en la mañana y al final todas desisten. Me quedo avanzando y ordenando ideas en la habitación. Al final la compañera de Brasil que estaría conmigo en la habitación nunca llega de modo que me quedo sola en el cuarto. El jueves en la mañana empezamos a trabajar temprano y la sesión se alarga hasta bastante tarde. Vamos con Claudia a comer al mismo lugar de las Madres de Plaza de Mayo pero llegamos muy tarde así que sólo podemos comer empanadas. De ahí pasamos por la Librería de las mujeres, como siempre el tiempo nos queda corto y debemos irnos para la reunión con el público. Llegamos a la sesión de las primeras, es en La casa del encuentro. La reunión es interesante pero el tema se dispersa. De regreso al hotel nos vamos a comer en grupo a Pipos, pido pescado pero la verdad no me parece bueno el salmón que me dan. Regresamos al hotel a dormir, aunque yo tengo problemas para conciliar el sueño como me ha sucedido los días pasados. El viernes en la mañana hay que dejar la habitación, como todavía Natalia se queda en el hotel un día más me paso a su habitación. Lo primero que hago después de desayunar es buscar un hotel más barato, a Lohana no la he podido ubicar. Vamos con Claudia al banco y a hacer unas llamadas, volvemos a la Librería de las mujeres, muchos libros que dejar en el hotel. De ahí nos vamos hacia la Plaza de Mayo, Florida, ahí comemos, como unos ravioles al pesto que no son verdes, pero están ricos. De ahí vamos al Tortoni por el cafecito. Regresamos al hotel cansadísimas. Nos ponemos a ver internet, Claudia se va con la hija de una amiga que la alojará, Natalia se va con Marlen. Yo espero a Diami que me lleva a Palermo a una cantina antigua muy bonita, ahí comemos picadas de quesito con aceitunas y pan artesanal delicioso, también te ponen maní entero en la mesa. Regreso al hotel en bus, resulta que los buses funcionan las 24 horas, eso me parece maravilloso. El sábado me cuesta mucho levantarme pero lo hago muy temprano, tengo que desayunar, dejar el cuarto, mudarme al otro hotel e irme al Buquebus para ir a Colonia. Me sorprendo porque esperaba un puertito de pescadores y un barco pequeño y es un terminal inmenso y un ferry gigantesco. Los asientos son gigantes y cómodos y me duermo. Llego a Colonia, paseo por toda la ciudad, es linda, rodeada de río por todas partes, aunque históricamente no me parece gran cosa, es muy lindo el paisaje, la arquitectura, los árboles, la tranquilidad. Como en un restaurante que da al río, como el plato típico que se llama Chivito, es como un “sándwich a lo pobre”. Veo el sunset y regreso a Buenos Aires. Acabo de leer El último encuentro, empiezo Sula de Toni Morrison. El domingo me voy a desayunar a un café internet, ya no tengo internet en mi hotel. De ahí salgo hacia el Museo de Arte Latinoamericano (Malba), me pierdo y retomo el rumbo, pero llego al final de cuentas, como siempre parando en cada lugar bonito, parques y edificios. Después de ver el museo me voy hacia Recoleta, voy al cementerio, paseo por la feria, hay miles de cosas bellas, pero ya casi no tengo plata así que no compro mucho. Empieza a llover y levantan los puestos. Me regreso caminando, paso por El Ateneo, el que está en el teatro, ahí me tomo una cerveza, pero ya no compro más libros. Al final no pude ver a Graciela porque Paquito está enfermo. Me siento orgullosa porque logro aprovechar el día, pasarla sola y además haber llegado a donde quería. Voy al metro para ir a conocer la casa de Diami, cenamos juntas y conversamos un poco, pero ya dejo porque tiene que empacar, está por mudarse. Regreso al hotel para terminar de empacar yo también. Para variar no puedo dormir y me desvelo. En la mañana del lunes no hay amanecer, todo está gris y llueve persistentemente. Voy a desayunar al café internet pero casi no tengo hambre y debo regresar a entregar la habitación. Como llueve muy fuerte, me refugio en la tienda de discos y compro varios, luego voy a la tienda de las chompas de cashemira, almuerzo temprano pizza, que aún no había probado en todo mi viaje, voy caminando de regreso porque ya dejó de llover y paso por la librería de las mujeres. Empaco todo y justo llega el taxi por mí. Felizmente que llegué temprano porque me quieren cobrar una penalidad de US$ 100 por un cambio de fecha que yo no he hecho, que según estaba todo arreglado, como tengo los datos hablo con la agencia y con Mulabi pero no se puede resolver inmediatamente y debo pagar sino no puedo embarcar, felizmente que tengo dinero para ello. Llego a Lima, hago una breve cola tanto en migración como por las maletas, llego a casa sana y salva, cansada pero con muchas cosas por hacer. Creo que no podré dormir por ello pero me quedo seca.

lunes, 6 de julio de 2009

México-Lima-Buenos Aires y viceversa


Paso una pésima noche sin poder dormir, pensando en cosas que me van faltando meter en la maleta y haciendo anotaciones mentales. De igual modo olvido un libro sobre aborto que estaba leyendo. Me recoje el taxista, como siempre te dicen un precio y resulta otro, pero llego muy rápido y el chofer es muy amable. Al entrar hago una fila, tienen un aparato que te mide la temperatura, imagino que por la influenza. También hay una balanza para pesar el equipaje desde la entrada, me doy cuenta que pude llenar más mis maletas, la grande pesa sólo 19.700 kg y la más pequeña 20.00 kg, al menos podía poner unos tres kilos más en cada una, ya ni modo. Checo y me cobran un impuesto de salida de turista de US$20, nunca me lo habían cobrado, al parecer usualmente está incluido en el pasaje. Voy a sala de espera pero no traje mi clave de la internet de casa y sólo me dan una hora gratis los de telmex, ¡se pasan! Hago el vuelo hasta San José de Costa Rica, me dicen que el gate es el 8 pero en mi pase dice 9. Así que como no veo nada en el 8, antes de sacar la compu voy al otro y ya estaban embarcando. Me subo casi de las últimas y me dicen que he sido ascendida a clase ejecutiva. Así que tengo mi primer vuelo en primera clase, súper bien, los asientos son más grandes y cómodos, te sirven las bebidas que quieras y te dan la comida en platos bonitos y con pancito caliente con mantequilla. Leo mi libro de Nahui Olin, descanso un poco y luego veo la película Guerra de novias, una película tonta pero que me distrae para no estar nerviosa en el vuelo. Llego a Lima sin problemas, bajo de las primeras, paso migración súper rápido, recojo mi maleta al instante, pero mi mamá no llega, la espero un ratito y felizmente no se demora más. Al llegar no siento el frío, pero está nublado como siempre. Como comí en el avión ya no como llegando a casa, acompaño a mi mamá a almorzar. Saco las cosas de las maletas, cuando las pones parece que llevas un montón de cosas y ya al llegar se ve poquito. Llamo a Rodo que queda en pasar más tarde. Así que con calma me baño y me cambio, ordeno las cosas. Como se demora me da hambre y me como un poquito de quinua con arroz, muy rico, con paltita como me gusta. Nos vamos a Hiraoka y me compro mi nueva cámara Lumix, está linda, pero no puedo usarla inmediatamente porque hay que cargar la bateria, la primera vez por ocho horas. Así que nos vamos a Pueblo Libre, a Los heraldos negros por una cervecita (Cuzqueña por supuesto) y canchita. Estamos ahí hasta como las once, me acuesto a media noche. Al día siguiente me levanto temprano porque vamos al encuentro entre feministas. Estamos ahí hasta la tarde, de ahí nos vamos a la marcha del orgullo. Me doy cuenta de varias cosas necesarias para que la marcha sea mejor, pero igual la disfruto lo que se puede (esperen boletines al respecto, mientras foto del espíritu andino invocado). En la noche volvemos a Pueblo Libre para celebrar el cumple de mi mamá, pero vamos a un lugar La Isla, que tiene música, así que bailamos hasta la media noche. Me tomo un pisco sour por Montse, de ahí cuzqueñita, comemos tequeños. Al día siguiente nos cuesta levantarnos pero llegamos al encuentro nuevamente. Ya no me quedo en la tarde porque me voy con mi papá a almorzar chaufa de pescado. De ahí regreso a casa, recién puedo ponerle crédito a mi celular. Hablo con Rocío, con Luz, con Hipólito y con Ricardo, quedamos vernos a mi vuelta. A Ibis no la ubico, ni logro llamar a Tabata. Alisto mis cosas para el viaje a Buenos Aires, respondo algunos mails pendientes. Me acuesto porque estoy muy cansada. El lunes temprano me baño y meto lo que falta a la maleta, desayuno un poco de fruta y pan con palta. Viene el taxi por mí y me voy al aeropuerto. Hay una cola muy larga, pero abren nuevas ventanillas y me atienden rápido, así que me pongo a escribir y a la compu mientras espero. Me da un poco de nervios llegar a Buenos Aires sola, pero pues ahí voy.

viernes, 26 de junio de 2009

Homenaje a José Emilio Pacheco

El lunes estuve en casa trabajando, revisé mi investigación completa e hice algunos arreglos para mandársela a Lucía. Avancé la mayor parte de los boletines, a la espera de la persona que se incorpore a Runa. En la noche fuimos con Rubén al sushi, nos tocó el buen chef porque estaba mucho más rico que las vez anterior. Estudiamos círcunferencias para el GRE. Soy perezosa pero sí me salieron los ejercicios. El martes almorcé con Mara, conversamos de literatura, nos pusimos al día en nuestras vidas. Me enseñó fotos de Lima y me dio una nostalgia extraña dado que estoy muy cercana a llegar. En la noche pasó Gaby por casa y nos fuimos al cafecito de la espalda y estuvimos conversando hasta casi las diez de la noche. He empezado a leer un libro que publicó el PUEG sobre el debate en torno a la despenalización del aborto, está muy interesante, muy claro y preciso. También estoy leyendo los poemas de Olga Orozco, pero he empezado cronológicamente y los iniciales no me gustan tanto, pero ahí sigo. El miércoles me fui desde temprano al homenaje a José Emilio Pacheco en el Colegio de México. Estuvo presente y oyó todas las ponencias, ya se le ve encorbado y con los años encima, ha cumplido 70 años. Pensar que lo vi muy jovial en la Universidad de Lima en aquellos encuentros entre escritores (hombres) que hacían antes, cuando yo estudiaba en San Marcos. Me interesaba sobre todo la ponencia de Carmen Dolores Carrillo “Aproximaciones a poetisas japonesas” y la verdad estuvo muy interesante. Resulta que Pacheco tiene un libro en el que hace traducciones literarias de varios autores y autoras. La autora discute sobre la calidad y pertinencia de estas traducciones, compara las hechas por Pacheco de otras, pero destaca a estas poetas japonesas porque resulta que en Japón las mujeres fueron las iniciadoras del género poético, a diferencia de China en donde tiene una larga trayectoria milenaria, al punto que también los japoneses se formaban en esa tradición, por ello las mujeres pudieron fundar libremente esa nueva área. Aunque yo iba por esta ponencia, las demás ponencias también fueron muy sugerentes, me incitaron a leer la narrativa de Pacheco porque yo sólo conozco su poesía. En la noche pasa la mamá de Rubén a dejarme unos encargos para Lima, ya tengo las maletas casi llenas, espero no sobrepasar el peso. Nos vamos a ver Up en tercera dimensión, es mi primera vez y me gusta mucho. La película también me gusta mucho, muy dulce, muy conmovedora, me parece más eso que graciosa, sí me reí pero no tanto como en otras películas. El jueves estuvimos en la presentación de Helena en el PUEG, luego hubo comida general porque muchas de nosotras, al menos yo, ya no estaré para el próximo semestre. Pero lamentablemente Lucía se sintió mal y no se pudo quedar, tiene salmoneda la pobre. Nos vamos con Elo a una conferencia en el MUAC (Museo Universitario de Arte Contemporáneo) que está dentro de la UNAM, está muy moderno. La conferencia estuvo muy interesante, el título era “Crisis de las industrias creativas y nuevas economías de la cultura”. La daban una chica y un chico catalanes que sabían un montón, lamentablemente no nos pudimos quedar al debate, Elo tenía que ir a una inauguración y yo a terminar de alistar todo para el viaje. Llego a casa y vamos con Rubén al sonorense por una cervecita y quesadillas. Casi no puedo dormir de los nervios o no sé, pero siempre me pasa eso. Para finalizar, un poema de Pacheco que me gusta mucho, se titula “Alta traición”:

No amo mi patria.
Su fulgor abstracto
es inasible.
Pero (aunque suene mal)
daría la vida
por diez lugares suyos,
cierta gente,
puertos, bosques de pinos,
fortalezas,
una ciudad deshecha,
gris, monstruosa,
varias figuras de su historia,
montañas
-y tres o cuatro ríos