martes, 16 de diciembre de 2008

¡No vayan más al Tayta!


Llegué a Lima soleada y calurosa después de un viaje agotador y malita del estómago (parece que ya es costumbre). En la noche fuimos con mi mamá a la Feria del Libro para la presentación del libro de Simone, me encontré con Danilo, Inés, Rocío, a varias de mis amigas del seminario de escritura, mujeres y poder, también a Arón, en fin, muchas personas conocidas. De ahí me fui con Danilo e Inés un rato a su casa a ponernos al día en la novedades. El sábado estuve en la mañana en la actuación de clausura de Miguelito. Estuvo todo muy bonito, ahí de paso vi a mi abuelita. Ximenita está hecha una coqueta preciosa. En la noche me fui a San Felipe, a saludar al peludo salvaje, Boris, vi a Ibis y conocí a Judith y Martin. Nos fuimos en manchita a miraflores y Barranco. Por cierto, estuvimos en el Taita y ya no vayan nunca más. Primero nos atendieron pésimo, pedimos una cosa y nos trajeron otra y cuando le dijimos que se la lleve (la jarra de más) el mozo salió con que le descuentan, en fin, un chantajista. De ahí como esperamos a más gente y ya estaba lleno, querían cobrarles 15 soles sólo para entrar, ¡cuando no había ni lugar! Y la verdad no lo ameritaba. La vez anterior que fui por mi cumpleaños no me regalaron ni una papita frita y además la comida estaba fea. Así que ¡ya no vayan más al taita!, como consumidores hay que aprender a ser exigentes y rechazar el servicio deficiente. El domingo desayuné con Rocío y nos quedamos largo conversando. Luego fui con mi mamá al Gramadal por un ceviche y una causa de cangrejo. Nos regresamos tranquis a la casa a ver los regalos de navidad. Pero sigo un poco mal del estómago así que me voy a cuidar. A mi abuelito lo veo flaquito y parece que está perdiendo sensibilidad en su rostro, ya no habla con coherencia y se le cae una parte del labio, me da un poco de pena, pero está saludable fuera de eso. El lunes fue el homenaje a Susana Reisz en la feria del libro, antes me encontré con Inés y Danilo y estuvimos conversando un rato. Hoy retomé el gimnasio y me puse feliz porque todo el mundo me dijo que estaba muy delgada. Luego pasé todo el día viendo mi libro con Rodo y parece que va bien pero no podrá salir para antes del 7 de enero, pero ya con eso puedo pensar en la presentación.

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