lunes, 8 de diciembre de 2008

2046 y el arcón navideño


El lunes tuve que trabajar bastante para enviarle a Lucía en la noche el avance de mi investigación pero me sirvió mucho para tener más claro lo que tengo que hacer. El martes tuve clase con Rossana, también muy buena, hablamos de Primo Levi y Amerie, dos sobrevivientes del holocausto, a ella le interesa cómo se transforma la identidad en un accionar político. En la tarde almorcé con Oli y conversamos un rato, porque ella ha estado muy ocupada y no hemos logrado vernos hace bastante tiempo. En la noche fuimos con Rubén a ver La visita de la banda una película de la muestra, israelí y egipcia, muy buena, hasta a Rubén le gustó mucho, era una historia muy sencilla de una banda de la policía egipcia que llega a Israel y se pierde, conociendo a distintas personas en esa aventura. El miércoles tuve mi reunión con Lucía y le gustó mucho el avance, ambas conversamos un rato sobre lo que estaba pendiente y sobre lo que presentaría en febrero regresando de vacaciones así que tengo trabajo que hacer, pero me tranquilicé mucho al tener las cosas claras. En la noche nos fuimos a ver La quimera de oro de Chaplin que también fue parte de la muestra, estuvo muy buena, Chaplin es un genio. Creo que fuera de él, Buñuel y Hitchcock no hay cineastas de esta época que los hayan superado ni de tu talla. Al día siguiente fui todo el día al Colmex a fotocopiar varios libros para mi investigación y también alguna información para el texto sobre Garro y Vanlenzuela. Así que me quedé a comer ahí con Rubí y de ahí pasamos la tarde juntas porque ella andaba con las pilas un poco bajas por alguno problemas personales que tiene. Tarde vimos una película rumana que creíamos era una crítica a favor de permitir el aborto legalmente, pero no supimos el final porque no tenía subtítulos más que en inglés, estos pasaban muy rápido y teníamos que estar parando la película para leerlos, además de que se salían de la pantalla y a media película, para colmo, dejó de haber subtítulos, así que nuestro nulo conocimiento del rumano nos impidió entender el final. Aunque por lo que vimos, que fue poco porque habían largas escenas de conversaciones en la mesa, nos pareció que más bien era una película que critica el aborto, hasta se ve un supuesto feto que es casi un niñito pero en chiquito, ¡el colmo! La película se llama Cuatro meses, tres semanas, dos días y es un poco espeluznante. El viernes era la comida anual del PUEG así que estuvimos en un lugar muy bonito, como en un parque donde hicieron tacos y luego hubo baile y karaoke, así que estuvo muy divertido. Rifaron lo que llaman arcones navideños y que para nosotros sería canastas navideñas y yo me gané una, lo que me sorprendió porque nunca me gano nada de nada. Así que estuvo muy bien, venía vino y conservas. En la noche vimos en DVD 2046 una película de Won Kar Wai que me gustó mucho. Como en todas las películas suyas el amor es imposible o es trágico, pero esta tiene algunos aspectos futuristas interesantes. Siempres una delicia la música que elije. El sábado en la mañana me fui con Oli a la peluquería y luego al Fonart por algunos recuerditos. En la tarde almorzamos en el sushi y de ahí nos encontramos con Nina para entregarle unos encargos que no le había dado desde que llegué. Descansamos un rato antes de ir a la reunión en casa de Ema que fue en Coyoacán. Estuvimos un rato y nos fuimos a casa, hubieron platillos hindús e italianos. Lo malo fue que a Rubén le cayó mal la comida. El domingo fuimos al museo de San Ildefonso a ver una exposición que era supuestamente de Dalí, Picasso y Miró, pero resultó que era una colección privada de la Caixa Galicia que costó cara la entrada para ver un Miró (muy bonito), un Dalí (interesante) y un Picasso que ni Picasso se acordaba que había pintado, de su primera etapa, eran dos estudios en lápiz y carbón. En fin, de ahí habían algunas cosas interesantes pero igual nos pareció que la exposición era muy pequeña y que la propaganda era engañosa. En el centro había muchísima gente y nos costó llegar a la ciudadela por otros recuerditos. De ahí fuimos a comer a casa de la abuela de Rubén, de regreso hicimos compras en Lacomer y acomodé algunas cosas de mi maleta. Y ya estoy contando los días para llegar a Lima.

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