jueves, 24 de julio de 2008

Estas son las mañanitas

Primer día en el Distrito Federal, mejor conocido como el Defectuoso, por quienes lo habitan y lo visitan. Apesar de los breves contratiempos antes del viaje: la falta de tiempo, las negociaciones con la Municipalidad de Lima para que me paguen por un trabajo hecho hace meses, las ganas de ver y abrazar a todos (aunque la lejanía vaya a ser corta), el que mi celular estuviera fuera de servicio desde la noche anterior a mi viaje (reclamé y se arregló, pero eso no evitó el mal rato y los problemas de incomunicación); en fin, aterricé con tranquilidad y sin haber podido descansar lo suficiente. Suponía que algo me dirían en migración, alguna mirada suspicaz, la interrogante de qué hace usted aquí, a qué ha venido, algo por el estilo, pero la verdad creo que me fue muy bien. Ahora hay mucha gente atendiendo en migración y pasas en cinco minutos, el señor me preguntó "¿cómo ha hecho para conseguir esta visa?", visa de cinco años como turista frecuente, imagino que no le parecía pausible que MOI la tuviera si no fuera por algo, digamos, sospechoso. Le dije que suponía que como había vivido aquí anteriormente por dos años eso había influido; fui amable porque también hubiera podido decir a Ud. qué le importa o simplemente la pedí y me la dieron o, como luego digo Rubén, decir "tengo influencias" . Como sea, me selló, mi maleta salió de las primeras y me tocó verde, nadie me revisó (otras veces igual lo hacen por los productos peruanos que no saben qué son en la pantalla de rayos por las que pasan las maletas). Así que salí tranquila, con calor, está haciendo calor aquí. Estaban Rubén y sus papás, llegamos a su depa que es muy pequeñito, pero igual no nos quedaremos por mucho tiempo. Muy lindos me dieron mis regalos de cumpleños, aunque atrasados, que consistió en ropa, lo cual me viene muy bien porque traje muy poca. Y bueno, hoy empiezo una mañana con agua fría porque aquí no hay agua caliente, en eso el Perú es un país del primer mundo, uno tiene gas cuando lo necesita. Y veremos entonces qué nos traen estas mañanitas, por ahora el itinerario es trabajar en la mañana, ver a Oli en la tarde y en la noche presentar el libro de Violeta.

2 comentarios:

Unknown dijo...

volvemos a ser vecinas de país...no que antes nos haya favorecido para poder vernos, pero igual se siente rico tener una amiga al otro lado de esta problematica frontera.
Suerte Brujis
Ana-Istmania

Anónimo dijo...

luz verde? debieron recibirte con alfombra roja!