Esta semana empezó la VIII Semana de la Diversidad Sexual en México, en el Museo de Antropología e Historia. Así que el lunes me levanté muy temprano, avancé varios pendientes del trabajo y de ahí me fui a oír una conferencia sobre transexualidad. Me encontré ahí a Teresa. No tenía intenciones de quedarme a almorzar, de hecho tenía un pescadito rico esperándome en casa, pero no quise dejarla sola, así que almorzamos juntas en el Green Corner, conversamos un rato y de ahí me fui a casa. En la noche tuve que trabajar otro poco porque tenía varios pendientes. El martes estuve todo el día en casa avanzando mi presentación que está programada para el 18 de junio, por lo que el viernes tenía que enviarle a Lucía ya el avance. También Claudia me había pedido el título y la sumilla de la presentación para empezar con la difusión. Pero también tenía cosas de la oficina que terminar, los boletines, coordinaciones con Belissa, proyectos que enviar, en fin. El miércoles como volvía a ir al Museo de Antropología e Historia para las conferencias y había una en la tarde que me interesaba quedé con Elo para almozar. Así que acabé y me fui para su casa. En la conferencia me encontré con mi amigo Roberto que me contó sobre un compañero colombiano, un intelectual muy crítico del gobierno al que arbitrariamente han acusado de ser cabecilla de las FARC. Roberto es amigo de su esposa así que estuvo apoyándola y están organizándose para hacer una protesta por el asunto. Llegué donde Elo y comimos gaspacho, pescadito con tabule y luego un cafecito. Todo estuvo delicioso. Y estuvimos loreando un montón de rato, además de avanzar algunas cosas de su investigación. Me había mandado la introducción de su trabajo para que yo se la comentara así que estuvimos también discutiendo el texto. Volví a la conferencia porque iban a exponer la posición de la teología de la liberación sobre la diversidad sexual y pues el tema era muy simple, para ellos lo que importa es la persona, así a secas y sin título. El jueves trabajé todo el día, había conferencia de la semana de la diversidad sexual pero me vino la inspiración con lo de mi presentación así que no quería dejarla pasar. Trabajé todo el día, en la noche igual fuimos al Ollin Kan porque se presentaban Los de Abajo en Fuentes Brotantes. Fue un lío llegar hasta ahí, había partido en CU, así que el Metrobus estaba llenísimo. Luego nos bajamos en un punto y caminamos un montón, tuvimos que atravesar un bosque y llegamos a la mitad del concierto. Estaban tocando y le habían dado espacio a un grupo de Atenco que estaba protestando por los atropellos cometidos ahí. Se elevaron algunas consignas y acabaron con la de “¡¡Arriba los de abajo, abajo los de arriba!!”. De ahí tocaron otras canciones que yo no había oído pero al parecer fueron muy populares, La fuga, Pobre de ti, la gente se puso muy pilas y bailaba y hacía pogo. Claro que también corría mucha marihuana y hasta terocal (eso sí me preocupó). Para colmo de males nos cayó una súper lluvia pero ahí seguimos todos estoicos. Acabó el concierto, volví a casa y seguí trabajando hasta como la 1:30 de la mañana pero logré acabar mi exposición y el power point. Así que quedé muy feliz. El viernes almorzamos con los amigos de Rubén en El ocho, que no me gustó tanto, me pareció un poco caro y no tan bien servidas las porciones. De ahí tomamos café con Elo en la Rosario Castellanos. Quisimos ir al Sótano por los libros que me encargó mi papá pero nos metimos al Metrobus y nos enredamos con los intercambios y como va muy lento corríamos el riesgo de no llegar antes del cierre a la librería, así que nos bajamos en Félix Cuevas. Quisimos ir al cine pero no había nada bueno o todo era muy tarde, así que nos fuimos a casa a ver pirata Los fantasmas de mis ex que me pareció bastante mala. Yo tuve una mala noche, ando muy ansiosa creo porque no he podido dormir bien últimamente. El sábado nos levantamos temprano porque habíamos quedado con varios amigo ir al Gotcha. Así que nos vimos en la puerta del Colmex, nos fuimos a desayunar quesadillas y de ahí nos fuimos para allá. Yo nunca había ido y pensé que era más divertido pero es muy agresivo, todo es muy militar. Pasé varios juegos sin que me dieran pero casi al final me dieron en la mano y en la pierna y me dolió un horror, hasta me quedó un moretón horrible. Imagino lo difícil y dura que debe ser la guerra si el juego no más me pareció terrible: tener el casco puesto, correr con el “arma”, ser herido, tener que pensar estrategias de ataque a veces sin conocer, sin saber. En fin, igual fue una experiencia nueva, pero creo que será única porque no tengo intención de repetirla. De ahí nos fuimos a comer a un sushi a un restaurante nuevo. La comida de la carta estuvo deliciosa, simplemente deliciosa, pero en cuanto a los rollos el Sushi Roll sigue siendo el mejor. Hicimos las compras de la semana, descansamos un ratito y de ahí fuimos a ver Wolverine con Gaby y Fernando. El domingo al levantarme me dolía todo mi hermoso cuerpo, nos fuimos a Gandhi y al Sótano, de ahí pasamos por el Fonart y llegamos a casa de Gaby a ver El traspatio. Pedimos sushi y comimos palomitas. Pero no fue una buena elección una película sobre las muertas de Juárez para un domingo nublado y lluvioso, me deprimí un montón. Encima no hay agua en casa, otra vez, esperemos que se reestablezca el servicio el lunes. En el link, http://www.youtube.com/watch?v=uZHonnwVztg la canción de Los de Abajo que más me gusta, una versión muy particular de Esto no es una elegía de Silvio Rodríguez. Aunque no es la más representativa de ellos que tocan ská, pero pues es mi favorita.
domingo, 31 de mayo de 2009
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