lunes, 20 de abril de 2009

Ollin Kan 2009

Empezó la semana con el cumpleaños de Mirla, a quien saludé vía skype. Me encontré para almorzar con Teresa, fuimos al Papalotl y de ahí al Colmex a devolver los libros que sacamos antes. Aún no tenían mi carnet de lectora externa pero dejé las fotos que me habían pedido. La pasamos muy bien, me contó Tere que su esposo trabaja sobre economías alternativas y me pareció muy interesante. De regreso acompañé a Tere al banco y de ahí, ya que estábamos muy cerquita, pasamos por el FCE. Le debía un libro a Rubén porque el muy vivo, para contrarrestar mi compra (algo desmedida) de libros (al igual que yo hice con su compra de discos) instauró el trato de que si me compraba un libro tenía que comprarle un libro a él (no me podía negar dado que él ya me había comprado así varios discos). Así que le compré El cuerpo de Guilia-no de Eielson, por el de La hora sin diosas que yo me había comprado antes (con el que se inauguró el trato). Me dio gusto ver ese libro de Eielson reeditado en una versión muy bonita. Así que aproveché la coyuntura para que se conozcan más autores peruanos por estos lares que sólo conocen a Vargas Llosa y Bryce Echenique. Sé que es un texto difícil pero su prosa es magnífica. En la noche iniciamos el estudio para el examen del GRE. El martes fue cumpleaños de Flávia así que le mandé un correo al que contestó con varias fotos de la boda de su hermana que fue en Brasil hace poquito. Estuve sólo trabajando todo el día, preparé un guiso de verduras muy rico para el almuerzo y en la noche fuimos al sushi. El miércoles fue cumpleaños de Tabata, la llamé para saludarla a su nextel porque nunca entra a su correo, la comunicación no era muy buena así que no pudimos hablar mucho, pero tenía planes de pasar un cumple barranquino. Todo el día estuve trabajando pero a media tarde pasé un rato por casa de Oli y conversamos sólo una hora y media porque ella tenía clase de pilates terapéutico. El jueves no fue cumpleaños de nadie y fui a la UNAM a la biblioteca central a ver unos libros, uno no estaba y el otro, de Lou-Andreas Salomé felizmente sí lo encontré. A las 2:30 nos reunimos con Ema, Ximena y Adriana para discutir sobre el artículo sobre el feminismo hoy para el Debate Feminista que nos han encargado. Adriana traía una experiencia diferente porque ella fue parte del encuentro oficial, así que la discusión se enriqueció con esa otra mirada. Luego de eso iba a encontrarme con Claudia para devolverle el libro de Wittig pero se safó mi sandalia y tuve que pasar primero a casa a cambiarme de zapatos. Llegué igual y conversamos un bueno rato, siguió como tema de conversación el encuentro feminista y sus intríngulis. En la noche quisimos ir al cine pero no había nada bueno, así que sólo comimos pop corn picante. El viernes hice algunos pendientes y empecé a armar mi rompecabezas que es de un cuadro de Chagall. Quisimos almorzar en Las Yardas (pizza y cerveza) pero estaba súper lleno y había una cola de espera gigante. Así que almorzamos en el Potzotcalli que no estuvo tan bien. Pasamos un ratito a Gandhi y de ahí nos fuimos en metrobus al Ollin Kan.

El Ollin Kan (http://www.ollinkan.tlalpan.gob.mx/) es el festival de culturas en resistencia y trae gente de todo el mundo. Este año hay cien invitados, entre grupos y artistas. Es organizado por la delegación Tlalpan así que la mayoría de los escenarios son allá. Es una zona más o menos cercana a CU pero de difícil acceso porque no hay metro y el metrobus sólo pasa por Insurgentes. Así que al bajarnos caminamos y además tomamos un micro. Elegí el Conciertódromo porque iba a estar un grupo de danzantes de tijeras pero no pudo llegar porque no tuvieron la visa a tiempo (snif). Fuimos con Cynthia y Alonso que también querían ver a los danzantes de tijeras y hubiera querido que vean algo peruano porque sino Cynthia creo que todo lo peruano es chileno, no sé por qué. Así que ni modo, igual escuchamos a tres grupos holandeses. Misechinka era un grupo grandes, con tres cantantes, cada cual con una voz más linda que la otra (en la foto). Aunque dijeron que eran holandeses cantaban en búlgaro. Misechinka significa luna en ese idioma. Ese fue el mejor grupo de todos, se notaban varias fusiones y tenían instrumentos diversos violín, contrabajo, bateria, guitarra. De ahí vino Tarhana que tenía integrantes de distintas nacionalidades, el cantante era de turquía y tenía una voz acorde a eso. Tocaron varias piesas como románticas y algunas muy movidas con el bongó. Kasba fue el que menos me gustó pero era el más fiestero y hacían todo un show en el escenario. Todos los conciertos son gratis y serán dos semanas de espectáculos diarios. Así que tuvimos que revisar el programa con detenimiento para decidir a cuáles conciertos ir. Esto me recordó además los grandes eventos culturales que ya no se hacen en Lima como la Bienal. Realmente necesitamos alcaldes que inviertan en la cultura y no en el cemento, es maravilloso cómo se conoce a las sociedades por su cultura, por la música en este caso, cuánto te transmite, cuánto te enseña. Y siendo el Perú un país tan rico culturalmente hablando deberíamos saber potenciar este gran legado y así también conectarnos con el resto del mundo.

El sábado hablé con mi papá un ratito en la mañana al skype, ese día fue de limpieza general en casa, de ahí almorcé con Gaby en el sushi, regresamos a casa para ver fotos, para que me dé mis clases de hi5 y facebook y para charlar. Llegó Rubén con su guitarra eléctrica, sí se compró una guitarra eléctrica. Pero no había comido así que lo acompañé a Burger King. Pasamos luego a Sears a comprar el regalo del papá de Rubén que será el próximo domingo. De ahí retomé Sangre de tinta que ya se puso muy interesante. El domingo me levanté temprano pero mi papá ya no se conectó al skype, así que nos alistamos para esperar a Gustavo, el compadre de Rubén, pues yo no conozco a sus hijos. Nos fuimos todos a La marquesa a comer quesadillas, yo pedí de huitlacoche que me gusta mucho, que es el honguito del choclo, sólo se puede comer en época de lluvia (y ya empezó a llover). Estuvimos ahí toda la tarde en los caballos, las motos y los juegos. Al regresar como a eso de las 6:00 estuve armando mi rompecabezas y luego fuimos por una película para ver en la compu. Encontramos la de John Cusack que la tradujeron como Una muerte inesperada pero en inglés es Living without Grace. Es sobre una pareja en la que la esposa se va a la guerra de Irak. Me sorprendió porque pensé que era una película crítica pero al final me pareció todo lo contrario que avalaba la intervención en nombre de valores de justicia, seguridad y nación, así que el mensaje no me gustó y la película es bastante simple. Sigo con mi lectura de Sangre de tinta que cada vez está más intrigante pero también triste.

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